¡Sé tu mejor versión! Por: Diomandy Castillo
Resulta interesante analizar hoy el valor de la espera, cuantificar todo aquello que hemos invertido para obtener algo a cambio, entonces, partiendo de que el tiempo, como recurso, es un intangible de alto valor y que, como dice una frase de antaño “el tiempo que se va no vuelve”, sea hace necesario valorar lo que representa el tiempo de espera en razón del resultado. Si debemos esperar mucho tiempo para obtener algo, ese algo deberá contener un valor intrínseco que en cierta medida compense ese tiempo invertido. Sucede así con el tiempo invertido para desarrollar un proyecto, agotar las etapas de planificación, desarrollo de la estrategia, elaboración del plan y las etapas de su posterior ejecución.
En todo lo que hacemos nos vemos compelidos a priorizar la realización de ciertas tareas, en las labores cotidianas procedemos a jerarquizar las cosas por orden de criticidad, por vencimiento de su plazo de entrega o por el impacto que representa no hacerlo a tiempo. Entramos en el dilema de definir qué es importante, qué es urgente y qué es prioritario. Importante es una cualidad asociada a las consecuencias, algo importante lo es por su entidad, interés o conveniencia y/o por el alcance de sus efectos, mientras que la urgencia es una cualidad asociada al tiempo. La prioridad es sinónimo de antelación, preferencia o primacía, es decir, ocupa el primer lugar.
El tiempo disponible pasará eventualmente, pues la vida se mantiene en constante avance y movimiento. Si consumimos todo o gran parte de nuestros recursos, puede ser correcto, siempre y cuando podamos establecer la calidad de la inversión de esos recursos, en este caso el tiempo. Si cada semana dedicamos 4 horas a un curso de pintura, al cabo de un tiempo habremos aprovechado las técnicas de caboncillo, aquarella, pastel, un sin número de materiales y texturas que nos aportarán dominio de ciertas técnicas que al llegar al acrílico nos permitirán mostrar un nivel más profesional sobre este arte. Al igual ocurre con las clases de inglés, al cabo de un tiempo empezaremos a escuchar audios en idioma inglés y desarrollar algunos diálogos en este idioma.
En ocasiones quisiéramos acelerar el reloj para la consecución de algo que consideramos importante, otras veces modificamos la agenda para insertar algo que de repente se convierte en urgente. No obstante, siempre requerimos de mantener la vista en la ruta, definir con claridad dentro del plan las cosas que queremos cosechar en primer orden y las que pudieran entrar posteriormente. La clave está en no dejarnos para el final del recorrido, la vida que debemos abrazar es aquella que vamos teniendo en el camino hacia la vida que anhelamos construir, pues cuando lo hacemos de manera distinta recibimos el “feedback”, aquel que aparece toda vez que perdemos de vista lo prioritario de nosotros mismos.
Siempre es bueno visualizar a tiempo el costo de la oportunidad y trabajar para ser oportunos. Todo en la vida está marcado por un orden, ya sea de llegada, de apertura, de prioridad o normativo. Inclusive, en el derecho común existe una máxima que reza: “Primero en el tiempo, primero en el derecho”. Lo relevante de este tópico está en encontrar la satisfacción genuina en el resultado que recibimos a través de este proceso llamado “la espera”. El tiempo inevitablemente pasará, de nosotros depende que la inversión de este valga la pena. Recibamos hoy esta oportunidad de utilizar nuestro poder de elección y decidamos hoy ser la primacía de nuestras vidas. Dotemos de importancia todo lo que nos aporta valor y reservemos espacio para aquello que no puede esperar.