Un equipo con los mejores expertos italianos pone en marcha la nueva estrategia basada en hacer test del Covid-19 a personas relacionadas con pacientes positivos.
Este lunes el gobierno italiano inicia el proyecto que sigue al modelo de Corea del Sur, implantando una serie de medidas sanitarias y de operaciones tecnológicas para frenar el coronavirus.
Lo confirma el profesor Walter Ricciardi, de la Organización Mundial de la Salud y principal asesor del Ejecutivo en la lucha contra el Covid-19, que estará al frente del equipo con los mejores expertos italianos para poner en marcha el proyecto: «Adoptamos la estrategia coreana; se harán más test sobre el coronavirus [hasta ahora se hacían solo a las personas que tenían síntomas]. En Italia hemos hecho ya más de 200.000 pruebas. El modelo coreano no persigue hacer test a todos sus 50 millones de habitantes; Corea del Sur ha hecho 300.000, pero seleccionados, a las personas relacionadas con pacientes positivos. Es justamente aquí donde nosotros también vamos a insistir», explica Ricciardi. Las pruebas se harán a todos los que estén relacionados o próximos a un caso comprobado de persona infectada. Si hay un positivo en un edificio, el test se hará a toda la comunidad de vecinos y a todas las personas que en los últimos días hayan tenido contacto con él.
Por qué se cambia la estrategia
Queda claro que la nueva estrategia no pretende hacer pruebas rápidas a todos los ciudadanos. Por cierto, el profesor Ricciardi advierte y llama la atención sobre las pruebas rápidas: «Los llamados test rápidos que han sido propuestos por alguno, hasta ahora han dado también falsos negativos». Parece inevitable que algunos se pregunten por el cambio de la estrategia del gobierno italiano y por qué no se ha hecho antes. El profesor Ricciardi explica:
«Hay una epidemia en curso, teníamos mil problemas que afrontar. Ciertamente, ahora que hemos visto los resultados obtenidos, hemos elaborado un modelo italiano basado en la experiencia de Seul, con el respeto de los derechos civiles en lo que se refiere al acceso a los datos personales. La exigencia es la de bloquear la epidemia». El profesor Ricciardi se decidió al cambio de estrategia al seguir muy de cerca las curvas de los contagios y muertes con una diferencia abismal entre Italia y Corea: más de 50.000 italianos infectados y más de 5.000 muertos, frente a 8.652 contagiados y 92 muertos en Corea del Sur.
Tres puntos en la nueva estrategia
La nueva estrategia en Italia se basa fundamentalmente en tres puntos. En primer lugar, se contará con un sistema de datos, ofrecidos por diversos sectores, entre ellos las compañías telefónicas. Habrá controles de los desplazamientos mediante los teléfonos móviles. Esa recopilación de datos permitirá reconstruir el mapa de contactos de los contagiados asintomáticos, lo que ayudaría muchísimo a establecer las cadenas de transmisión del virus.
El segundo punto consiste en potenciar la teleasistencia en la casa, para ayudar a los que están en aislamiento domiciliario, levemente enfermos o positivos asintomáticos.
El tercer punto, siguiendo la experiencia coreana, consiste en el seguimiento digital de los contactos que tienen los asintomáticos; para ello se activará una especie de «pasaporte digital».
El problema de la privacidad
Todo será gestionado teniendo en cuenta las leyes de la privacidad y siguiendo las eventuales observaciones del garante de la «privacy». No es cuestión de «fichar» a los 61 millones de italianos. A este respecto, el profesor Gianni Rezza, director del departamento de enfermedades infecciosas del Instituto Superior de Sanidad, explica: «Sé que hay problemas de privacidad, pero vivimos una emergencia excepcional. Corea del Sur es un país democrático. Si lo han hecho ellos, no veo por qué no podemos hacerlo también nosotros», afirma el profesor Rezza, uno de los expertos más escuchados por el gobierno.
La mejor manera de controlar la epidemia
Se trata, en definitiva, de emular las mejores prácticas internacionales de lucha contra el coronavirus, concretamente de Corea del Sur, Taiwan y Singapur. Desde hace días, diversos expertos y profesores italianos planteaban la exigencia de seguir este modelo, para evitar que una vez que sea estacionaria la epidemia y haya una reapertura y flexibilidad de las duras medidas hasta ahora adoptadas, la epidemia vuelva difundirse vertiginosamente aunque sea bajo el número de asintomáticos que circulan libremente. En este sentido, sería suficiente, desde el punto de vista matemático y epidemiológico, que hubiera pocos contagiados asintomáticos para tener más del 50 por 100 de posibilidades de que la epidemia volviera a dispararse.
Fuente: ABC