Home TecnologíaFacebook Tiene 15 años y fue promocionada como escort por sus fotos en Facebook: así es la pesadilla del ciberacoso

Tiene 15 años y fue promocionada como escort por sus fotos en Facebook: así es la pesadilla del ciberacoso

by La Redacción
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Dos jovencitas dieron su testimonio a Infobae México sobre la amarga experiencia que vivieron a través de redes sociales.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018, en México hay 31.5 millones de niños, niñas y adolescentes de 0 a 14 años, que representan casi el 30% del total de la población, y un gran número de ellos tiene acceso a internet.

En casa, escuelas y centros comerciales es usual ver a los niños con algún dispositivo móvil al cual se pasan pegados durante horas.

Un estudio de la firma Activa Research reveló que el 27% de los padres mexicanos permite el acceso de sus hijos a Facebook mientras que 11% hace lo propio en Instagram. Sin embargo, ¿sabemos lo que están viendo o haciendo?.

En México, el acoso mediante internet se está volviendo un problema alarmante. Según el Módulo sobre Ciberacoso del Instituto Nacional de Estadística (Inegi) en el país existen 101.5 millones de usuarios de internet. De ellos, el 28.1% de los hombres de 12 a 19 años y 36.4% de las mujeres de 20 a 29 años padecieron algún tipo de acoso.

Infobae México platicó con dos adolescentes que vivieron la terrible experiencia del ciberacoso. Estas son sus historias.

El robo de identidad

 Shutterstock 162

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La tarde del pasado 28 de febrero marcó la vida de Sofía (seudónimo) para siempre. Ese día, la adolescente de 15 años se encontraba en una reunión con sus amigos de la escuela, cuando uno de ellos se acercó para preguntarle si era ella quien aparecía en una página de Twitter en donde se promocionaba como escort (acompañante).

Con terror y confusión, Sofía observó la publicación: tenía fotografías suyas e información falsa “me estaban promocionando en lugares, a determinadas horas y diciendo que yo estaba disponible”, narró.

Sofía entró en pánico. No tuvo el valor de contarles a sus padres, pero le confió lo sucedido a algunos maestros. Una de ellas la llevó con otro profesor “que se encarga de cosas cibernéticas”, dijo Sofía. Él le sugirió hablar con sus padres, lo cual hizo esa misma noche.

Al día siguiente, la madre de Sofía acudió al plantel del bachillerato en donde estudia la adolescente, ubicado cerca del Metro Balderas, en la Ciudad de México.

Fue entonces que supo que la identidad de su niña había sido hackeada por alguien con la intención de obtener dinero, pero además de que robaron sus fotos de Facebook para promocionarla como escort, había otra situación que la aterró: sabían la ubicación de Sofía en tiempo real.

(Shutterstock)

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El maestro de Sofía aconsejó a madre e hija para que acudieran a la Fiscalía de la Ciudad de México a interponer una denuncia. Ahí les dijeron que por las evidencias se trataba de algo muy grave ya que “estaban intentando hacer una trata de personas”, narró la niña.

Ese mismo día que levantaron la denuncia, Sofía y sus padres vieron que la página ya tenía más información sobre ella.

Cada vez que actualizábamos la página estaban subiendo más información mía. Estaban subiendo fotografías en donde yo estaba realmente, fue algo que nos dio miedo porque ya sabían lugares reales y más aparte sabían más o menos en qué escuela estaba y las horas en que yo iba a la escuela. Coincidía mucho con las horas en que ponían las fotografías (sic)”, recordó la adolescente.

“Entonces nos daba mucho miedo de que en el transcurso de que yo iba a la escuela alguien me reconociera por las fotos que estaban publicando porque la página llegó a mil seguidores. Esas fotos las retuiteaban otra vez varias personas, entonces mis fotos ya estaban por varios lados”, narró.

“Mis fotos nunca eran comprometedoras, simplemente eran fotografías en donde salía mucho mi cara y todas las bajaron todas de mi perfil de Facebook”, contó.

Foto: REUTERS/Johanna Geron

Foto: REUTERS/Johanna Geron

Presa del pánico, Sofía comenzó a borrar los retratos que tenía en su red social, pero los hackers las obtenían y publicaban.

“Empecé a borrar mis fotos de Facebook y conforme las iba quitando, ellos las volvían a sacar y las iban publicando, entonces fue cuando ya definitivamente se quedó sin nada el perfil”, señaló.

“Días después, mis papás y yo llegamos a casa como a las 12 de la noche, porque pasamos a la escuela para hablar con el profesor que nos estaba ayudando, y al llegar volvemos a revisar si seguía (vigente) la página y ya nos habían bloqueado, ya sólo los que seguían la página podían ver las publicaciones”, dijo Sofía.

“Ya no pudimos saber exactamente quién fue (el o los hacker) porque eliminaron la cuenta, pero ahorita lo que está tratando de hacer la policía cibernética es saber si pueden rastrearlo. Teníamos que ir el 25 de abril otra vez a la Fiscalía General, pero con todo esto del coronavirus ya no pudimos asistir porque está cerrado. Entonces estamos esperando a que vuelvan a abrir (para conocer los avances de la investigación)”, señaló.

Antes de que fueran bloqueados de la página, Sofía y de sus padres se percataron que se trataba de una cadena de varios perfiles de niñas promocionadas como escorts.

“Muchas personas comentaban las fotografías y decían ‘ya te deposité, ahora qué hago’, entonces ya era muchísimo más grave porque estaban sacando dinero por fotos mías. Lo que notamos es que muchas cuentas de niñas que en verdad sí vendían sus fotografías, seguían la página… (las publicaciones) las compartían niñas que realmente sí vendían sus fotos, como promocionando a las amigas”, aseguró.

Al preguntarle si sospechaba de alguna persona en particular, lo negó, pero dijo que podría tratarse de alguien que la conocía bien o muy cercana a ella.

“Era alguien que me conocía o de la escuela, porque como está un poquito cerca de varios lugares en donde salía en esas fotografías, entonces sí estaban pendiente”, dijo.

Foto: shutterstock

Foto: shutterstock

La mamá de Sofía consideró que desde que interpusieron la denuncia, todo sucedió muy rápido.

“Cuando estábamos haciendo la denuncia me dijeron esto va a ser tardado ‘no crea que va a ser rápido, tal vez meses’, (le dijeron en la Fiscalía), pero la verdad es que como a los 15 días me mandaron citatorio de que fuera a declarar otra vez y que me iban a mandar con otra licenciada. Ese día fui a declarar y como a los 15 días me volvieron a mandar el citatorio para el 25 de abril, pero ya no pudimos ir porque está cerrado por lo del coronavirus”, dijo.

“Entonces siento que todo fue muy rápido (desde que se dieron cuenta, interpusieron la denuncia y cerraron la cuenta con el perfil falso de Sofía) y por eso no salieron más cosas”, consideró.

La madre de Sofía señaló que todo esto ha sido muy duro para toda su familia.

Nosotros creíamos que teníamos buena comunicación con ella, no estamos tan aparte, pero sí es importante revisar los celulares de repente, las redes sociales para estar más tranquilos, porque esto que pasó la verdad, gracias a Dios no pasó a mayores, pero sí fue una experiencia complicada y fea, porque llegó a pasar por nuestra mente que algo le pasara porque se va a la escuela y si alguien no puede llevarla, le vayan a hacer algo, que la estén checando, o no encontrarla”, dijo con angustia.

“Justo pasaba en ese tiempo en todas las noticias de muchas niñas y mujeres desaparecidas, el incremento en los feminicidios, fue algo difícil. Sentimos mucho miedo que en el transcurso de la escuela la encontraran, porque tenían su ubicación y teníamos miedo de salir a la calle. Observábamos todo porque no sabíamos si nos estaban siguiendo, pasaban muchas cosas por nuestra mente”, relató.

-¿Cómo cambió su vida a raíz de esto?, se le preguntó.

Ahora estamos más al pendiente, ya no tiene redes sociales, hemos platicado mucho con ella, de hacerle ver la situación que pasamos y que ya no tiene que confiarse tanto de la gente y debe saber con quién relacionarse. Ya hay más comunicación y al menos ya podemos agarrar su celular y checarlo sin que ella sienta que la están invadiendo”, señaló la señora.

La adicción al “like”

“A mí me gustaba mucho estar en las redes sociales, me importaba demasiado, le daba mucha importancia a Facebook”, aseguró otra adolescente quien también platicó con Infobae México bajo la condición de anonimato.

Ella también tenía 15 años cuando un día del 2019 recibió un mensaje privado a través del Messenger de Facebook de alguien a quien no conocía, pero era “amigo” de sus amigas.

“Esa persona me estuvo preguntando mis datos, que cuántos años tenía y si yo era la persona como me llamaba en Facebook, pero no le dije nada de eso porque no lo conocía”, relató.

“Me empezó a decir, ‘ah conozco a tal persona que es tu amiga, entonces dime si sí eres su amiga o no’. Entonces yo le dije ‘no sé quién eres y no te puedo dar mis datos personales’”.

“Esta persona me empezó a pedir varias cosas, que si le mandaba algo (fotos) para ver si era yo, pero obviamente yo no le di nada de mí, lo dejaba en visto”,aseguró.

Con miedo, se acercó a una de sus amigas para contarle lo sucedido y ella le advirtió que lo bloqueara porque a ella también la había molestado.

“Ellas (alrededor de 8 de sus amigas) sí aceptaron la solicitud de amistad, pese a que no lo conocían en persona. Les mandó fotografías desnudo y les pidió fotografías, fue cuando mi amiga me dijo que lo bloqueara”.

(Foto: especial)

(Foto: especial)

Pero su amiga no hizo nada, se quedó callada y sólo lo bloqueó.

“Pero a mí me preocupó porque casi todas mis compañeras tenían a ese hombre y les había pedido cosas como las fotos”, dijo.

Fue entonces que le contó lo sucedido a su papá para saber si podían hacer algo.

“Él ya fue directo a preguntar a la dirección (de la escuela privada en donde estudia) y ese chavo (su acosador) no estaba para nada en la escuela”.

“Lo primero que hizo mi papá fue tener una plática conmigo y con mis hermanas y nos dijo que no tenemos que aceptar a personas que no conocemos, que no es necesario tener seguidores (en redes sociales), que eso no importa, que lo que más le preocupa a él es nuestra seguridad porque puede haber hasta secuestros sólo por medio de un contacto”, aseguró.

Tras platicar con su hija, el señor acudió a la escuela para enterar a las autoridades del plantel lo que le había sucedido a las alumnas, pero no interpusieron ninguna denuncia.

“Yo la vi inquieta y le pregunté qué tenía y fue cuando me platicó lo que le estaba sucediendo, entonces le dije que si no lo conocía (al sujeto) lo bloqueara y le daría aviso a las autoridades si esa persona continuaba molestándola. Para eso hablé con la directora (de su preparatoria) y ella me fue informando lo que hicieron en la escuela”, dijo el papá de la adolescente.

“Como ella mencionó a cierto grupo de amigas, la directora habló con ellas y confirmaron la información que me dio mi hija. Tiempo después, la escuela llevó a un ciberpolicía para que les diera una plática (sobre cómo cuidarse al usar el internet y las redes sociales)”, relató.

La lección

Foto: especial

Foto: especial

Los padres de ambas adolescentes consideraron que la situación por la que atravesaron les dejó una gran enseñanza: la importancia de establecer la confianza, una buena comunicación y poner límites, por lo que hicieron una recomendación.

Creo que hay que tener más límites con los hijos porque a veces creemos que bueno, están en el celular, no hay problema y lo vemos como algo normal en los jóvenes, pero creo que siempre hay que estar al pendiente de ellos. Muchas personas dicen que hay que respetar su privacidad, pero no, creo que hay que estar al pendiente de ellos. Creo que si ellos no tienen nada malo, no debe haber problema que uno de repente revise sus redes sociales, o con quién se relacionan, con quién hablan. Entonces yo recomendaria estar más al pendiente”, dijo la mamá de Sofía.

En tanto, la adolescente aprendió a ser más cuidadosa.

“Para mí, la enseñanza fue de que no debemos estar abiertos a demasiada gente, tal vez solo con personas que conocemos y que podamos relacionarnos, principalmente. No subir tantas publicaciones y mucho menos que esté público (el perfil). Porque a lo mejor nosotros lo vemos muy fácil y creemos que podemos ser amigos de millones de personas, pero realmente no los conocemos y no sabemos cómo piensan, aparte que no sabemos si son perfiles falsos y andan a la caza de alguien”, concluyó.

Fuente: Infobae

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